El Papa Juan Pablo II consideraba las migraciones como positivas. Sin embargo, en el caso domínico-haitiano hay que tomar en cuenta que son dos naciones en vías de desarrollo que tienen diferentes lenguas, religiones, gastronomía, música... en fin, diferentes culturas.
En general, el comportamiento del inmigrante haitiano ha sido bueno. La mayoría de ellos trabajan y conviven en los barrios marginados con la clase pobre dominicana.
Pero, ¿estamos conscientes de las consecuencias de este desplazamiento masivo de haitianos a la República Dominicana? ¿Estamos prediciendo las consecuencias de la intensificación de las relaciones socioculturales entre dominicanos e inmigrantes haitianos? ¿Se preocupan los jóvenes dominicanos de cómo cambiará su nación gracias a la inmigración haitiana?
Una encuesta generada por ésta preocupación que realizara a estudiantes de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) revela que el 70% de los entrevistados percibe de manera consciente en su entorno estas consecuencias.
El otro 30% lo percibe de manera superficial.
Consecuencias en la soberanía nacional
Haitiano vendiendo banderas dominicanas en Santo Domingo
El estudio revela que el 50% de los encuestados considera que la soberanía nacional está afectada por la inmigración haitiana. La mitad de los estudiantes coicide en que “no hemos podido controlar la entrada de ellos a nuestro territorio” y que “es una inmigración masiva sin control migratorio ni censo que la determine”. Añaden que “los haitianos consiguen documentación que los acredita como dominicanos de forma irregular”.
El otro 50% entiende que no, porque “ellos (los haitianos) no vienen a esclavizar como antes”, ya que “esto sucedería si dicha población tomara el control del sistema económico y político del país”, y que “aún no afecta la soberanía nacional, por lo menos no en un futuro previsible, sin embargo los haitianos son educados en su país con la idea de que este territorio les pertenece y que nosotros le privamos de él, así que una futura invasión haitiana no puede descartar”.
Cuando una nación no es capaz de controlar quien entra o sale de ella debe revisar con rigurosidad la aplicación de sus leyes. En el caso de la República Dominicana se puede citar el artículo 3 de su constitución:
“Artículo 3.- La Soberanía de la Nación dominicana como Estado libre e independiente es inviolable. La República es y será siempre libre e independiente de todo poder extranjero. Por consiguiente, ninguno de los poderes públicos organizados por la presente Constitución podrá realizar o permitir la realización de actos que constituyan una intervención directa o indirecta en los asuntos internos o externos de la República Dominicana o una injerencia que atente contra la personalidad e integridad del Estado y de los atributos que se le reconocen y consagran en esta Constitución. “
La discriminación e imágen internacional de la RD
El 60% de los estudiantes cree que los dominicanos discriminan a los haitianos y que este hecho afecta la imagen internacional de la República Dominicana. Ellos entienden que “la comunidad internacional cree que el problema haitiano es de nosotros y que debemos cargar con ellos y sumándole a eso lo racistas que somos por naturaleza, indiscutiblemente sí afecta, le resta a nuestra imagen el trato de los dominicanos para con los haitianos”. Ellos consideran que “afecta negativamente porque lo malo es lo que se ve. Lamentablemente hay muchos dominicanos racistas, pero también hay muchos dominicanos que los tratan (a los haitianos) como hijos de Dios y hasta contratan haitianas como domésticas y como niñeras. He escuchado que hay muchas mujeres dominicanas que se han casado con haitianos y viceversa”.
El 40% restante afirma que los dominicanos tratan bien a los haitianos, que “le tratamos (los dominicanos) muy bien (a los haitianos) en comparación a como tratan a los dominicanos en el exterior” y que “eso (la discriminación) desapareció hace bastante tiempo, los dominicanos miran a los haitianos casi como iguales y son aceptados en nuestras comunidades”.
Entiendo que los dominicanos en su mayoría no son racistas y si lo son, no se manejan de forma agresiva. Esto se evidencia en que el número de haitianos en el país asciende. Si los trataran tan mal como se dice, ¿por qué escogen cruzar la frontera?
Mano de obra haitiana
Haitianos trabajando en un arrozal del Cibao
En el ámbito económico, se les preguntó a los estudiantes la forma en que influye la mano de obra haitiana al sector agrícola y construcción, a lo que ellos respondieron que: la mano de obra haitiana ayuda a estos sectores (60%), que el trabajo de ellos abarata la mano de obra (40%) y que los haitianos desplazan a los dominicanos en estas labores (30%).
Sin embaro, según declaraciones del Ingeniero Rafael (Tato) Bisonó, constructor privado, en el Semanario Clave el 19 de Julio del 2007, “antes los haitianos sólo se les veía picando piedras en las carreteras. Hoy, sin ellos, la industria de la construcción se paralizaría” (…) Contrario a lo que muchos opinan “a ellos se les paga igual que a los dominicanos”.
Refiriéndose a las razones por las que se contratan trabajadores haitianos, Diandino Peña, Secretario de Estado Obras Públicas (Diario Hoy, 6 de noviembre de 1999) dijo que: “Son obreros más dóciles que en un momento dado están dispuestos a sacrificarse en términos de precio por hora a sabiendas de que están en condiciones de desventaja por residir en un territorio que no es el de ellos. Han actuado con mayor inteligencia que el obrero local, buscando mayores espacios y hasta cierto punto han desarrollado una tendencia donde ellos se han hecho imprescindibles.”
En una entrevista que realizara a Franklin Parra, inversionista y administrador del sector construcción de la zona norte (Puerto Plata, Cabarete), confesó que a “los dominicanos no nos gusta cortar la caña ni la construcción, te lo digo por que lo veo a diario. No es cierto que les damos los trabajos por el salario. NO, es que los dominicanos no se aparecen. Quisiéramos tener dominicanos pero no están”. Añadió que los haitianos son “excelentes, no molestan, trabajan a cualquier precio (no tienen alternativas), cuando entienden el español bién, mejor.”
Una isla, dos mundos diferentes
El 60% de los estudiantes cree que los dominicanos y los haitianos pueden convivir como amigos a pesar de sus diferencias culturales y religiosas porque “los haitianos por lo menos se preocupan por aprender nuestro idioma y adquirir algunos hábitos de higiene. Hay muchos haitianos educados.”
El 40% entiende que no es posible. Ellos entiende que: “es muy difícil, porque somos dos mundos, diferentes por la cultura, otras costumbres y en lo religioso ni hablar, el vudú es la religión dominante de Haití, y es seguida no sólo por campesinos iletrados, sino por las altas esferas de la sociedad haitiana, así que realmente no tenemos nada más en común que la isla que compartimos.”
La primera diferencia entre los pueblos en cuestión es el idioma. En República Dominicana se habla castellano, mientras que, en Haití los idiomas oficiales son el francés (hablado por sólo una parte de la población) y el kreyòl (criollo o creole haitiano) que casi todos los haitianos hablan.
En Haití el catolicismo es la religion profesada por la mayoría, aunque muchos se han convertido al protestantismo. Sin embargo, los haitianos practican también las tradiciones vudú, sin ningún conflicto con su fe cristiana. En cambio, los dominicanos son, en su mayoría, católicos y valoran de manera negativa la práctiva del vudú.
Educación y salud de los niños haitianos en República Dominicana
En total unanimidad (100%) los entrevistados expresaron con preocupación, indignación y desencanto que el Estado dominicano no suple las necesidades sanitarias, de salud y de educación de los inmigrantes haitianos. Agregaron que el Estado suple de manera mínima estas necesidades en los dominicanos.
“La actitud del Estado dominicano hacia los inmigrantes haitianos es un tanto pasiva y excluyente. Pero el simple trato hacia la misma población dominicana desfavorecida podría servirnos de ejemplo de qué sucede con la población haitiana. Hasta hace poco supe del caso del impedimento a la educación primaria a niños de nacionalidad haitiana. Es una forma de decir que no queremos que los haitianos se involucren o crezcan aquí.”
El 60% de los estudiantes entienden que el futuro de los niños, niñas y adolescentes haitianos que viven en el país tendrán un futuro malo: que serán delincuentes y en el mejor de los casos seguirán siendo trabajadores. Alegan que: “la mayoría no tiene documentación, así que en consecuencia es probable que no reciba educación; esos niños y jóvenes en el mejor de los casos serán trabajadores informales y en el peor de los casos, delincuentes, prostitutos y pedigüeños.”
El 20% dice que el futuro de esta niñez será igual a su situación actual.
El 10% no sabe como será.
El otro 10% entiende, con visión muy optimista, que será mejor que ahora ya que “ellos de una forma u otra habrán adquirido nuestra nacionalidad (dominicana), al haber huido de su país de origen que se encuentra sumido en la peor de las calamidades, siendo considerado un Estado Fallido en todos los sentidos”.
Según el Informe Nacional de Desarrollo Humano República Dominicana 2008, escrito por la Oficina de Desarrollo Humano (ODH) a solicitud del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), los pobres, dominicanos o inmigrantes haitianos, “estarán siempre en desventaja, ya que tienen mayor propensión a no desarrollar habilidades cognitivas en los primeros meses de vida, asisten a escuelas de menor calidad, tienen menos acceso a servicios de salud y disfrutan de muy poca protección frente a adversidades naturales o económicas e incluso crisis familiares; por lo cual terminan como personas adultas con muy poca capacidad para salir de la pobreza. A su vez, la educación media es la que permite salir de la pobreza porque tiene mayores retornos, pero es a la que menos acceso tiene la población pobre.”
Falta de identificación
El 40% de los entrevistados confesó sentirse afectado por el tema de la inmigración haitiana porque “nos afecta como humanos, afecta el futuro de la nación porque si no proveemos una mejor vida para los niños haitianos cuando sean hombres y mujeres no van a ser de provecho” además de que “las organizaciones de Derechos Humanos que viven de ellos se han esforzado por echar lodo sobre nuestro país y como ciudadano del mismo, me afecta moralmente ante otros terceros países que desconocen la realidad.”
El 60% de los estudiantes dice que no le afecta el tema domínico-haitiano, lo que debe llamar intensamente la atención de todos, ya que esto demuestra la falta de compromiso que tienen los dominicanos con su nación, la falta de identificación con un problema que es de todos y que la mentalidad individualista que se ha apoderado del pensar del dominicano.
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Comentarios
Es algo que la nacion debe tomar en cuenta. un articulo bueno pero largo. jejeje