Cuando tenía 5 años deseaba con ser astronauta y viajar a la Luna.
Pensaba que, una vez en el espacio exterior, podría conocer las estrellas, que podría caminar en ellas saltado de una a una como si fuesen piedras brillantes en un camino infinito.
Creía que podría agarrarme de la cola de un cometa y volar y caer en un planeta, y recolectar en frascos de cristal transparente el polvo de colores de los anillos de Saturno.
Cando tenía 11 todavía me sentaba a observar las estrellas pero lo que deseaba era con volar en el cielo entre las nubes (a lo Peter Pan) y sentir el viento en mi cara y tocar las nubes como algodón de azúcar.
Ahora que tengo 22 sueño con caminar por las calles de mi país sin temor a que me atraquen, sin ver niños pidiendo y perdiéndose en las drogas, ni tanta pobreza.
Ahora que ya soy grande y puedo ver más allá de lo físico y conozco la realidad de mi cuidad, de mi país, de mi mundo... ahora no dejo de mirar al cielo. Ahora es cuando más quiero subirme mi amigo Halley y volar, volar...
Hoy me pregunto si algún día flotaré en el espacio sideral, si tal vez pueda volar entre las grandes masas de algodón de azúcar, o si quizás pueda caminar libre y segura en esta ciudad animal.
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pero se vale soñar!