En unos de mis frecuentes viajes hacia la Novia del Atlántico, a bordo del caballo verde…
Buenos días, señorita. ¿Está ocupado este asiento?
No, no está ocupado. Respondí a quien, que por su acento, es hijo de la Madre Patria.
El señor, de unos cuarenta y tantos otoños, llevaba un traje azul oscuro, lentes de lectura, periódico y BlackBerry. Toda la pinta de un capitalista.
Cuando terminó de hojear el diario, me lo ofreció. Yo, amablemente le dije: sí, gracias.
Llegando a la Ciudad Corazón, el caballero me abordó con varias preguntas; la relevante fue: ¿Qué estudias? Sabiendo yo que en España algunos tienen un concepto de las Relaciones Públicas distinto a su definición científico artística, le dije Comunicación Institucional.
Habiéndole explicado que estudio Comunicación Social con concentración en Relaciones Públicas, el me preguntó, ¿Con qué se relaciona? ¿Cuáles materias has cursado? ¿Cuáles habilidades tienes que tener y desarrollar para trabajar la comunicación corporativa?
Inmediatamente me di cuenta que el “tío” no tenía la menor idea de lo que significaban las últimas dos palabras de su pregunta.
La comunicación institucional, o corporativa, como ha dicho usted, armoniza las relaciones entre las instituciones. Examinamos y entendemos la institución por dentro, para optimizar lo que la gente piensa de ella.
¿Lo interno también?
Si, lo interno es lo primero y lo más importante, respondí.
Entonces ustedes se relacionan con el Marketing.
Sí, trabajamos de manera interdisciplinaria con todas las áreas de la comunicación: publicidad, propaganda, periodismo, y también con el marketing.
Y con la estadística, agregó acertadamente.
Utilizamos técnicas y herramientas similares, pero tenemos objetivos diferentes. Por ejemplo, la mercadotecnia quiere vender productos y servicios, mientras que, nosotros trabajamos para posicionar la marca en la opinión pública, para ganar la confianza de la audiencia en la institución.
¡Oh, pues, es muy diferente a lo que creía!
Así es.
¿Cuáles son los prejuicios y estigmas con los que te encuentras cuando hablas de tu carrera?
Nos confunden con periodistas.
Entiendo. Imagino que hay muchos oportunistas aprovechándose del oficio.
Sí, y ni si quiera han pasado por la academia.
Las habilidades, para responder a su otra pregunta, son muchas. Necesitamos una mente estratégica, capaz de analizar y prever situaciones; escribir tan bien o mejor que los periodistas; capacidad de persuasión; buenas relaciones humanas; empatía; perspicacia; saber de todo un poco; y muchas otras…
Yo soy empresario. ¿Por qué debería darle importancia a las relaciones públicas?
Porque añaden valor a su empresa en la medida en que se planifiquen estrategias para alcanzar los objetivos. Si su empresa tiene estructurado un plan de comunicación y emplea tácticas y estrategias de manera organizada y dirigida, puede estar seguro de lograrán posicionarse en la mente de sus clientes y sus targets. Además, podrán visualizar y evitar posibles crisis, que traducido a dinero puede significar mucho.
Con cara de agrado y asombro me dijo: entonces hay un factor financiero.
Sí, estamos orientados a contribuir con los objetivos financieros de las instituciones, a ahorrar y a atraer dinero.
¡Wow! Me has abierto la mente respecto a tu carrera… completamente.
Post dedicado a Raúl Hernández
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