Síntesis
valorativa del Capítulo III de Propaganda Política de Sergio Cedeño
Definición
y alcance de la propaganda
En este libro se define la propaganda como la rama de
la comunicación social que se encarga de transmitir información con el objetivo
expreso de adoctrinar y modificar conductas en los individuos a fin de ganar
adeptos para causas, políticas, religiosas, filosóficas o cívicas.
Edward Bernays en su libro Propaganda dice que “la manipulación
consciente e inteligente de los hábitos organizados y opiniones de las masas es
un elemento importante en la sociedad democrática”, refiriéndose a la
propaganda en sí. Según la Real Academia Española proviene del latín propaganda: que ha de ser propagada.
Es necesario establecer
diferencias entre propaganda y publicidad. La publicidad tiene como objetivo
influir en la población para lograr la venta de productos o servicios, mientras
que, la propaganda difunde ideas con el objetivo de influir y ganar adeptos en
causas de diversas índoles.
La propaganda es una rama de la comunicación
social, junto con el periodismo, las relaciones públicas y la publicidad. Las
principales formas de comunicación son: la intrapersonal, la bipersonal o cara
a cara, la grupal, la intermedia y la de masas.
El autor señala que, como la
propaganda es una rama de la ciencia de la comunicación, entonces esta es también
ciencia. Así como las relaciones públicas, la propaganda es una ciencia y también
un arte, porque la aplicación de sus técnicas exige mucha creatividad.
El objetivo general de la
propaganda es influir en la gente y ganarla para propósitos definidos. Los
objetivos específicos de la misma, que pueden ser implementados según las
circunstancias y los propósitos, son:
La persuasión implica un esfuerzo
intelectual del orador para convencer o hacer entender al receptor, mediante el
uso de argumentos lógicos, no necesariamente verdaderos en todos los casos.
La disuasión busca, a través de
argumentos o mediante la exhibición de fuerzas, evitar que nuestros adversarios
prosigan en lograr un objetivo o implementar una acción.
La agitación busca crear niveles
de agitación en las masas que las lleven a asumir posiciones radicales de movilización
en determinados momentos (llamados a huelga, subversión o revolución).
La integración busca que las
diferentes clases, capas y núcleos sociales de una nación se adhieran al logro
de objetivos supremos de consolidación de la patria.
La conversión busca que las
personas que reciben nuestros mensajes se organicen. Su finalidad es lograr que
no solo acepten nuestros puntos de vistas, sino que se conviertan en defensores
y promotores de los mismos.
La subversión solo se utiliza cuando se tiene por meta
romper el orden constitucional establecido. Este tipo de propaganda es
extremista, muchas veces recurre a la violencia, a la agitación permanente y
hasta a acciones terroristas.
La desinformación busca crear confusión
en el pueblo o en determinados sectores, utilizando la mentira, verdades a
medias o verdades fuera de contexto. Bittman señala que "la desinformación
se efectúa mediante un mensaje falso, redactado cuidadosamente e introducido en
el sistema de comunicaciones de un oponente para engañar a la elite que toma
las decisiones o a la opinión pública".
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